jueves, 26 de marzo de 2009

Híbrido

Dios me ha robado el sexo y las palabras, me ha arrancado el corazón y las venas y los sentidos; Dios me ha jugado una treta barata; y yo, simplemente he caido herido.
(Deja de jugar a Dios, esto carece de razón de ser y de sentido)

3 comentarios:

  1. Es una avalancha. Lo sé.

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  2. Nosotros que nacimos en la tormenta, después de la explosión de Dios.
    Nosotros que vanagloriamos las hazañas que nuestro agnóstico intelecto proclama.
    Nosotros, a los que ya no nos importar que por las noches extrañemos el mítico persignarse.
    Nosotros, los asesinos de Dios, los que le robamos el trono de divinidad, los marcados en la frente, la estirpe de Caín...

    Hoy nosotros nos sentimos libres.

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